Era una mañana fresca, la luz se filtraba a través de las rendijas de la ventana cerrada iluminando la pared al fondo de la habitación, Jan no pudo conciliar el sueño sintiendo el tibio cuerpo de su nuevo amante descansando tranquilamente a su lado, realmente fue una noche apasionada...ni siquiera podía recordar como inicio todo.
Lo que no le seria posible olvidar fue que momentos antes un suspiro emanaba de lo mas profundo de su garganta y el placer había desbordado su cuerpo de la manera mas inesperada, nunca se había sentido así...ni siquiera con su pareja, el simple hecho de recordar ese momento le hacia sentir una profunda ansiedad y una sensación de vacío en su pecho...nerviosamente tomo el encendedor que se hallaba en la mesita de noche a su lado, tomo la brillante perilla de vidrio y la halo para abrir el cajón y tomar una caja de toscanos sin abrir...el no fumaba, pero la tenia en caso de que se le antojara y no entendía porque necesitaba justamente hacerlo ahora...
El yacía hacia el, la luz de la luna comenzó a mostrar las lineas de su cuerpo tan claramente que Jan por poco se quema una pestaña con el encendedor, no podía observar nada mas... era un hombre esbelto de cabello corto, rasgos marcados, nariz fina y una leve barba, no le ponía mas de unos 30, tenia una linea alba que incitaba a recorrerla, su piel era tersa y delgada, permitiendo ver la fibras de su abdomen que era coronado por un hermoso ombligo en forma de coma (,).
No recordaba haberlo visto tan claramente en toda la velada, ni siquiera recordaba su nombre...se levanto de la cama tratando de hacer el menor ruido posible para no despertar al adonis...pero fallo.
-¿Que hora es? - Dijo tranquilamente el hombre estirándose en la cama.
-7:30 A.M.
-¿que? - dijo saltando de la cama mientras se agachaba a recoger la ropa que se encontraba por todos lados, que visión para Jan!
-¿Sera que puedes llevarme? debo estar a las 8 en la iglesia.
Jan soltó otro suspiro pero esta vez fue de terror, terror al ver como el hombre colocaba un extraño pedazo de plástico en el cuello de sus ropas negras...
-por Dios! tu! - dijo - le reconoció al instante, era el párroco de la iglesia que quedaba en el centro, misma a la que el habitualmente asistía en sus arranques de "digno arrepentimiento".
- ¿que? oh!, ¿no sabias que era yo? bueno, estabas algo tomado y el lugar algo oscuro, la diferencia que hace este plástico ¿no crees?- El sonreía divertido por el rostro de Jan el cual estaba enjuto en sudor.
-¡Me llevara el diablo! - dijo con una voz entrecortada.
El joven le miro...
¿Porque? ¿por haberte rendido a tu naturaleza? ¿o por haberlo hecho conmigo?, todos somos carne y sangre, la humanidad solo ha encontrado maneras de juzgarse a si mismos para distraerse de las cosas que realmente están mal... ¿tu crees que si Dios que es omnipotente, omnipresente y omnisciente no hubiese querido que existiéramos, estaríamos aquí?, el sabia desde el principio que existiríamos y lo permitió, el no se equivoca, nosotros no somos un error, en la naturaleza también estamos presentes...es una forma natural de frenar la reproducción excesiva sin negar nuestra necesidad física...los delfines también hacen el amor por placer y son conscientes de ello, ¿también son pecadores?... ademas sino lo recuerdas soy presbiteriano!.
- Jan le miraba perplejo y luego soltó una enorme carcajada! - Lo se! se que puedes ser sacerdote y tener pareja... por ese lado estoy tranquilo, dije eso porque si hubiera sabido que tu eras gay, te hubiera caído mucho antes!
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