viernes, 31 de julio de 2009

Una mañana de playa.


La playa estaba a unos pasos, ya podía sentir la arenilla en mis pies y el fresco aire mientras tomaba el sol y miraba el océano batirse contra las rocas.
Camine buscando a Richard, el ya se encontraba allí, lo vi en su silla sentado mirando lejos, tan apacible como siempre y con ese leve brillo en su piel por el bronceador que se estaba aplicando.
-¿puedo?- le sonreí.
-Claro- dijo mientras me pasaba el frasco de bronceador y yo empezaba a aplicarlo en su espalda, pensé que me acabaría todo solo para poder cubrir sus hombros.
-Debo ir a ver el apartamento mas tarde, ¿vienes conmigo? - me dijo.
- Claro- cerré el frasco y me recosté en la silla a su lado para tomar el sol mientras buscaba un libro de los que lleve para leer, en el maletín di con una vieja historia de detectives y le di un beso a Richard antes de sumergirme en la lectura.

Tiempo después, sentí una alharaca, me quite el libro del rostro y...
-Dios! - me había quedado dormido! - Voltee a un lado y la imagen no podía ser mas hilarante.
Unas cuantas de las vendedoras de masajes con algas que pululan en Cartagena se habían abalanzado contra el, ya las conocía y las evitaba, siempre llegan, te dan un masaje "gratuito y sin compromiso".
En este caso la situación fue increíble, mi querido y maduro fisicoculturista ojiazul al ser tan grande y la mujer al ver que sola no bastaba, llamo a otras 5 y cada una tomo una parte de el para su propia lujuria, gesto innegable por el pedazo de hombre que iban a manosear... al rato una estaba en los hombros, dos en los brazos y dos en la piernas. sudaban y a duras penas podían los grandes y duros músculos del cuerpo de Richard que estaba sonriente.

Ellas solo sabían repetir...
-esta es la vida que te mereces, te voy a dejar nuevo como Toyota-
y aunque no entendí ni cinco lo que eso significaba, yo sabia en que terminaría esto...cada una de ellas comenzó a cobrarle, mientras se empujaban, la primera decía que el dinero era para ella y cada una aseguraba lo mismo para si... en fin, Richard dijo que no soltaba un peso porque le habían dicho que era "gratuito y sin compromiso" y, que si hubiera enterado antes, pues no se hubiera dejado tocar ni la uña del pie.

Ahí comenzó, las mujeres han pegado el chiflido respectivo e inmediatamente aparecieron en el lugar un monumento de negro del tamaño de un Panzer de la II guerra mundial, tres gárgolas de catedral y un monito que mas que miedo daba lastima al verlo gritar y saltar con su pequeña voz.

Se adelanto el Panzer manoteando y amenazando con un cañonazo en la cara sino le pagaba a su "señora" la suma que exigía... en ese momento me asuste ya que sin darme cuenta Richard se puso en pie y, bien el negro parecía un Panzer I, Richard parecía un Panzer IV... nunca lo había visto tan grande y macizo, la misma jalea de algas que le habían untado para el masaje hacia que sus músculos reflejaran la luz y parecieran de un metal brillante e impoluto, solo dio dos pasos y le dio el primer cañonazo en el estomago, el negro se agacho por el dolor y recibió un rodillazo en el rostro que lo dejo pleno en la arena de la playa... no podía creerlo, ¿solo 2 segundos y el hombrachón ya estaba en el suelo? Richard es un monstruo!, sexy, pero un monstruo!, luego se movió a ver a las gárgolas a las que parecía ya les había salido el sol porque estaban petrificadas, ¿y el monito? pues ya habia desaparecido junto con su esposa... richard saco 50 dólares y se los dio a la señora para que se llevara al panzer y no molestara mas...

Cuando llegamos al apartamento nos sentamos en el balcón y le dije algo irritado...
-mira que darle 50 dólares! eso era mas que lo que estaban cobrando las 5 juntas! si se los hubieras dado desde el principio...-
-El se me acerco se agacho a mi lado y me dijo, - Dime que no era lo que querías y que no te excito un poco el verme haciendo el macho...- me miraba divertido esperando ver mi reacción.
- esteee, uhmmm ¿yo? jamas! no apoyo la violencia! - pero mi cara no podía negar que estaba rojo por la vergüenza de aceptar que ¡ñerda! ¿puedo ser tan obvio?.